¿Ponemos a dieta a nuestro hijo?
A veces nos planteamos esta pregunta, el tema no es fácil y quizás tengamos dudas importantes. Sabemos que como padres debemos educarle, pero no queremos ser impositivos ni obligarle. Nos da pena no poderle dar su bollo favorito, las golosinas que le gustan o un buen postre después de cenar.
Cuando transmitíamos al pediatra nuestras inquietudes sobre el sobrepeso de nuestro hijo, nos solía decir.”No se preocupe usted señora, cuando su hijo dé el estirón: adelgazará”. Esto a veces sucedía pero otras veces no era así por lo que producía sensación de impotencia e incapacidad.
El pediatra, en parte, tenía razón cuando daba estos consejos. Entonces, y todavía ahora, la mayoría de las dietas de adelgazamiento que se utilizaban eran desequilibradas en nutrientes y nada saludables, lo que puede poner en peligro el crecimiento de nuestro hijo.
También influye la actidud permisiva y la conducta impositiva por parte de los padres ya que cuando no estemos en casa y no les veamos comerán todo aquello que les hayamos prohibido.
En el término medio está la virtud, es importante aplicar una disciplina en sus hábitos alimentarios, aunque no sea extremadamente restrictiva. Podrás llevarle a su restaurante favorito a tomar una hamburguesa, o comprarle golosinas los domingos pero todas estas pautas deben estar organizadas y planificadas. Así conseguirás que tu hijo no engorde y sea FELIZ.
Marta Garaulet Aza
Directora Centros Nutrición Garaulet