Efecto rebote en las dietas. Qué es y cómo prevenirlo
Es fácil que en estos días que comienza el año a la vez que te planteas hacer una dieta para adelgazar sientas rechazo, incluso miedo a fracasar de nuevo. A lo mejor piensas que ya has hecho muchas dietas antes con las que has conseguido perder peso, pero después qué, has recuperado todo el peso perdido e incluso a veces algunos kilos más.
Pues bien, ¡no tires la toalla!. Eso que te ha sucedido otras veces se llama efecto rebote o efecto yo-yo y es algo más común de lo que te imaginas, le ocurre a muchas personas que realizan una dieta de adelgazamiento, especialmente cuando éstas son desequilibradas, hiperproteicas, disociadas, ….Vamos a ver por qué te sucede y sobre todo cómo evitarlo.
Piensa que tu organismo reconoce el peso perdido como un peligro y por ello considera que lo has de recuperar, por lo que pone en marcha una serie de mecanismos para que vuelvas al peso inicial.
En primer lugar, al disminuir la grasa disminuye la leptina. Una proteína que es secretada por el tejido adiposo y que circula por la sangre informando al cerebro de nuestro peso. De esta manera cuando tenemos sobrepeso manda señales al cerebro para que disminuya el apetito y por el contrario cuando adelgazamos, es probable que sientas más apetito y te resulte más difícil seguir las pautas dietéticas que te han ayudado a adelgazar.
Además, la ghrelina, que produce nuestro estómago cuando se encuentra vacío, junto con el Neuropéptido Y, que secreta nuestro cerebro al detectar que estamos ingiriendo menos calorías, se alían para que recuperemos todo el peso perdido.
Como evitar el efecto rebote:
1. Fisiológicamente tu organismo te ayuda a mantener el peso que reconoce como suyo, y reconoce el peso que has mantenido durante más tiempo. De ahí la importancia de hacer un mantenimiento largo, en el que des tiempo a tu organismo a reconocer el nuevo peso. Los primero seis meses de mantenimiento son básicos y si consigues mantenerte durante dos años habrás dado un paso de gigante en tu mantenimiento.
2. Huye de las dietas muy bajas en calorías. Nunca sigas una dieta de menos de 1000 calorías diarias. Huye también de las dietas desequilibradas, especialmente de las que no te aportan hidratos de carbono suficientes. Y en definitiva de todas aquellas dietas con las que se pierde peso muy rápido.
3. Recuerda que en las dietas desequilibradas, hiperproteicas, hipergrasas o disociadas, la pérdida en su mayoría es de agua y el agua se recupera muy rápidamente.
4. En definitiva si tu objetivo es adelgazar, ahora es un buen momento, pero no vale hacer cualquier dieta. La mejor opción es una dieta equilibrada, con la que vayas perdiendo el peso poco a poco y sobre todo con la que hagas un cambio de hábitos que te ayude a mantenerte después.
Teresa Hernández
Responsable Centro Garaulet Lorca
Sin duda buenos consejos, un saludo.