El secreto de tu éxito
A continuación vamos a desvelarte cuál es la clave para tu éxito. El ingrediente indispensable para tu triunfo, no es otro más que “la motivación”.Concretamente la motivación intrínseca, pues de motivación existen dos tipos: la extrínseca y la intrínseca.
Cuando alguien trata de convencerte para algo, por más buenos que sean sus motivos, no va a conseguir que saques la fuerza suficiente para realizar un cambio, al menos un cambio permanente. Esto se debe a que la motivación que está interviniendo es la extrínseca. Una motivación ajena a ti.
Mientras que si eres tú mismo quién detecta la necesidad de cambio y con ello, comienzas a plantearte hacer algo de forma diferente (dejar de fumar, comer de otra forma, comenzar a practicar ejercicio, etc) tienes el éxito prácticamente asegurado.
Y digo prácticamente puesto que hace falta un mantenimiento sostenido en el tiempo de ese nuevo hábito. De esta forma se consigue que se quede en ti de forma permanente ese hábito, dejando de ser nuevo. Este tiempo necesario viene a ser de unas 16 semanas (unos 4 meses). Una vez superado este período realizando tu nuevo hábito, es mucho más fácil que forme parte de ti para siempre. En este caso, la motivación empleada es la intrínseca, ya que parte directamente de ti.
Quizá has estado durante mucho tiempo pensando en realizar ese cambio, dándole vueltas a “algo” en tu vida, pensando que necesita un giro o un enfoque diferente, pero llega un buen día en que la balanza se decanta totalmente hacia el plato del inicio del cambio y a partir de ese momento sientes una fuerza tremenda para comerte el mundo y hacer lo que haga falta con tal de conseguir tus nuevos propósitos.
Pero….¿Cómo obtengo la motivación intrínseca si no la tengo? Pues ahí está lo importante de la cuestión, no se puede comprar la motivación intrínseca, ni tampoco existen fórmulas que hagan aparecer a dicha motivación por arte de magia. Eso sí: sólo depende de ti y de tu pensamiento.
Si deseas obtener motivación intrínseca para poder realizar ese cambio que tanto te gustaría pero que tanto te cuesta, te puede ayudar coger papel y lápiz y plantear dos columnas. En una de ellas, anota los beneficios de seguir con tu actitud o hábitos actuales (¿Qué pierdo con el cambio?) y en la otra los beneficios (¿Qué gano con el cambio?) de la nueva situación, imaginando que ya la has alcanzado. Además, a cada uno de los ítems, otórgale una puntuación del 1-10 en función del peso que ese motivo tiene para ti. Siendo 1 algo poco importante y 10 algo con mucha importancia para ti.
Ahora es el momento de hacer valoraciones: En cuanto tenga más peso la columna de “¿Qué gano con el cambio?” será muy probable que sientas la necesidad de cambio real y con ello que surja la motivación intrínseca.
No olvides que cualquier cambio, necesita un esfuerzo, que no se regala nada, pero que seguro una vez alcanzado tu objetivo, es superior el beneficio de haberlo logrado que el sacrificio de haberlo realizado. Y si durante el camino del cambio flaquean las fuerzas en algún momento, sólo tienes que pensar en lo bien que te vas a sentir una vez lo hayas conseguido.¡ Tú puedes!.
Ana Benedicto
Responsable Centro Garaulet Castellón