Los antojos y los ataques irrefrenables
Si no puedes resistirte ante tu comida favorita, si no te apetece una gran ensalada y, sin embargo, matarías por una bolsa de patatas fritas, seguramente no tienes hambre, lo que tienes es un antojo. Estos antojos son deseos intensos de comer un alimento en particular o una comida especial. El deseo por una tableta de chocolate, una napolitana de crema o un trozo de pan con mantequilla puede llegar a ser tan intenso que no te deje pensar en otra cosa, ni siquiera te permita reanudar la actividad que estabas realizando hasta que no llegas a comer el alimento que te obsesiona, hasta que no cubres esta necesidad subjetiva. Los antojos son los culpables de estos ataques descontrolados a la despensa que nos hace sentir a veces culpables. ¿ Ya entiendes la diferencia entre antojo y apetito? Fíjate que si tuvieras apetito cualquier alimento podría satisfacerte, los antojos son en cambio mucho más especializados y emocionales.
Las hormonas juegan también un papel prioritario, de ello derivan las importantes diferencias encontradas entre los hombres y mujeres. Quizás sean las personas a dieta las que más sufren estos antojos o apetitos descrontrolados, los cuales resultan más fuertes al principio de la dieta. Un estudio realizado en la Universidad de Tufts, en Nueva Inglaterra, muestra que aquellas personas que llevan una dieta equilibrada durante un tiempo considerado, en la que incluye una gran variedad de alimentos, presentan mucho menos antojos y, como consecuencia, menos ataques descrontrolados que las personas que siguen dietas desequilibradas, de corto plazo, restrictivas o monótonas.
Marta Garaulet Aza
Directora de los Centros de Nutrición Garaulet